Viajar en diferentes temporadas puede impactar significativamente los costos y la logística de tu aventura. Durante la temporada alta, la demanda eleva los precios, mientras que en la temporada baja, como enero o septiembre, se pueden encontrar tarifas más asequibles. Una planificación cuidadosa es clave para optimizar gastos y evitar sorpresas financieras durante el viaje.